miércoles, 16 de noviembre de 2011

El Suelo Como Un Producto Del Medio



El origen primario de los suelos se encuentra en las rocas, las cuales por efecto de un conjunto de procesos simultáneos y secuenciales de gran complejidad, se van desmenuzando hasta convertirse en pequeños fragmentos. Estas transformaciones no solo involucran cambios físicos sino también modificaciones químicas y físico-químicas. Mientras los materiales geológicos (las rocas) se encuentren sufriendo estas modificaciones, aun no puede denominarse un suelo. Solamente cuando aparezcan las arcillas como producto de una síntesis de minerales y comience a acumularse materia orgánica, se puede denominar un suelo.

Estas acciones constituyen el primer paso de una serie de procesos, pues de allí en adelante comienza a producirse una redistribución de componentes en el suelo, de los cuales la misma arcilla es uno de los más significativos. Conjuntamente se produce un transporte de carbonatos en profundidad y de otras sales más solubles. La intensidad y profundidad con que se produzcan estos cambios van a constituir un reflejo de las condiciones del medio, es decir, la cantidad e intensidad de las precipitaciones y las fluctuaciones de temperatura, solo por considerar los dos factores más preponderantes.

Con el tiempo, los materiales parentales sufren modificaciones tan profundas que ya no son reconocibles como tales, pues se han producido cambios en la apariencia física, es decir, en la morfología. Existirían diferencias desde la superficie hacia las capas mas profundas, de tal manera que el suelo superficial seria de un color más oscuro-por efecto de la mayor acumulación de materia orgánica. El suelo subsuperficial seria de una mayor densidad por efecto de la acumulación de arcillas. Estas capas claramente diferenciadas se denominan horizontes que, cuando se consideran colectivamente constituyen el perfil del suelo.

De este modo, el medio ambiente ha impreso su sello en la formación del suelo a través de la influencia climática sobre un determinado material parental que se encuentra en una condición topográfica definida. El conjunto de procesos, que incluye como esencial a la incorporación de materia orgánica, ha actuado a través del tiempo y el espacio dando origen a la diferenciación de los suelos que muestran, en la actualidad, una gama casi ilimitada de características y propiedades.









                                                                               Tipos De Rocas


Rocas Igneas:
   
      Se originan a partir de un magma (rocas fundidas a muy alta temperatura). El término ígneo deriva del latín igneus, es decir, ardiente. Las rocas ígneas se solidifican cuando se enfría el magma, sea bajo tierra o en la superficie. Las más antiguas tienen al menos 3.960 millones de años, mientras que las más jóvenes apenas se están formando en estos momentos. El granito es la roca ígnea más corriente, aunque existen más de 600 tipos. Hay dos tipos de rocas ígneas que se distinguen porque en un caso el magma alcanza la superficie terrestre antes de enfriarse y endurecerse, y en el otro no. El magma que cristaliza bajo tierra forma rocas ígneas intrusivas. El que alcanza la superficie antes de solidificarse forma las rocas ígneas extrusivas.


                                        
Rocas Sedimentarias:

Se forman en la superficie terrestre o cerca de ella. Normalmente, la roca se fragmenta y se disuelve por acción de la meteorización y la erosión, las partículas se sedimentan y los minerales disueltos cristalizan a partir del agua y forman sedimentos. Los componentes de la roca fragmentada son transportados por el agua y el hielo y, enterrados a poca profundidad, se convierten en nuevas rocas. Las rocas sedimentarias se disponen en capas, las más recientes situadas sobre las más antiguas, lo que permite a los geólogos conocer la edad relativa de cada capa. Las rocas sedimentarias suelen contener fósiles, que pueden ser de utilidad tanto para datar las rocas como para determinar su origen. Existen tres grupos principales: orgánicas, detríticas y químicas. 

Rocas Metamórficas:

En la profundidad de la corteza terrestre, las temperaturas y las presiones son altísimas. Dentro de nuestro planeta, el grupo de minerales que compone una roca se puede transformar en otro que sea estable a presiones y temperaturas superiores. Las rocas situadas cerca de un cuerpo de magma caliente se pueden transformar por la acción del calor. Las rocas que han sido enterradas a gran profundidad por la acción de placas tectónicas convergentes pueden transformarse por el aumento de la presión y de la temperatura. Ese cambio se denomina metamorfismo, un proceso que puede modificar cualquier tipo de roca, sea sedimentaria, ígnea o incluso metamórfica. Por ejemplo, la piedra caliza, que es sedimentaria, puede convertirse en mármol, y el basalto, que es ígneo, en una roca verde, anfibolita o eclogita. 







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